Mejor descalzos: zapatos barefoot y niños

Cada vez me parece más natural pensar que lo mejor para nuestros pies, de pequeñas y de adultas, es andar descalzas. Cuesta acostumbrarse, después de décadas de plantillas y de botitas ortopédicas, de zapatos que tienen que sujetar el pie y el tobillo, y de llevar el pie calzado en toda superficie y época del año.

Pero sí, ya en el año 1991, Lynn T. Staheli, un conocido pediatra ortopédico americano, publicó un artículo en la revista Pediatrics con sus conclusiones en el estudio del pie descalzo en los niños. Éstas son algunas de las más importantes:

  • El desarrollo óptimo del pie se produce en un entorno descalzo.
  • El principal cometido de los zapatos es proteger el pie de los daños e infecciones.
  • El calzado rígido y compresivo puede causar deformidad, debilidad y pérdida de movilidad.
  • El concepto de zapatos correctores es una denominación incorrecta.
  • La elección de zapatos para niñas tiene que estar basada en el modelo barefoot o pie descalzo.
  • Los médicos deben prevenir y desalentar la comercialización y mediatización de lo que atañe al calzado. La mercantilización de los zapatos correctores es dañino para los niños, caro para las familias y desacredita la profesión médica.

¿Y cómo proporcionar entonces ese entorno descalzo? Pues maximizando el tiempo que las niñas llevan el pie desnudo, siempre que puedan, en superficies seguras y limpias, no sólo interiores, sino también, y especialmente, al aire libre. Y, cuando necesiten ir calzados, utilizando zapatos barefoot que simulen este entorno descalzo. Esto es, que les proteja de las lesiones, del frío y las infecciones, pero que interfiera lo menos posible en el movimiento natural del pie. Éstas son las características que debería reunir un zapato barefoot:

  • Máxima flexibilidad en la suela y el empeine. Podemos comprobarlo flexionándolos completamente.
  • Zero drop o sin tacón, la puntera a la misma altura del talón y sin amortiguación.
  • Horma ancha, para que los dedos puedan expandirse de forma natural.
  • Utilizar el número adecuado, esto es, que le deje suficiente espacio para que el pie crezca, pero sin quedarles grandes.

Los zapatos barefoot para niños no son especialmente fáciles de encontrar. Hay marcas que se comercializan explícitamente como tal, como por ejemplo Bobux, una marca neozelandesa que fabrica zapatos ecológicos de calidad y con diseños muy chulos que suelen gustarle mucho a los peques, que también es un factor importante a tener en cuenta. Es la marca que tenemos en Gaia y la que hemos usado siempre para nuestros hijos.

Aunque también puede haber otros zapatos que pueden reunir estas cualidades sin publicitarse como barefoot. Podemos verificarlo nosotros mismos comprobando que cumplan estas características.

Así que venga, empieza ya a practicar el barefoot

¡Nos vemos con los pies descalzos!

Acerca de Miriam Parada Robles

Apasionada por la naturaleza y la montaña. Llego hasta Gaia desde el mundo de la informática y la consultoría. Ser madre, con la llegada de mi primer hijo, marcó en mi vida un punto de inflexión replanteando mi modo de vivir, de pensar y de sentir. Ahora estoy aquí, decidida a mejorar un poquito mi mundo, defendiendo la maternidad y crianza respetuosas, el juego y el movimiento libre.

Comentarios cerrados.