El tamaño de la cabeza de los bebés y de los niños pequeños es, proporcionalmente, mucho más grande que el de los adultos. Para un bebé, su cabeza puede llegar a ser un 25% de su tamaño corporal total, mientras que para un adulto es de un 6%. En un choque, si el pequeño está sentado a favor de marcha, al estar su cuerpo retenido por el arnés, su cabeza se convierte en un proyectil que sale disparado hacia adelante. Es el cuello, el que tendrá que soportar toda esa fuerza que intenta separar cuerpo y cabeza, pudiendo tener consecuencias cervicales muy graves e, incluso la muerte.

Que las sillas de seguridad infantil estén homologadas no quiere decir que sean seguras, solo quiere decir que cumplen con las normativas vigentes (ECE R44/04, que está ya en extinción, y la nueva i-Size). El Plus Test es una certificación independiente que se otorga sólo a las sillas de seguridad que van a contramarcha. Es voluntaria y se realiza en Suecia. Este test mide el impacto cervical y realiza las pruebas de choque de una forma más exigente que la normativa europea. Ninguna silla a favor de marcha puede obtener este sello de certificación. Las sillas que han superado esta prueba llevan esta pegatina como distintivo de que cumplen con las exigencias del Plus Test. Más información.

¿Por qué mencionamos tantas veces a Suecia cuando hablamos de la contramarcha? Porque fueron los suecos, concretamente ingenieros de la Volvo, los que inventaron las sillas a contramarcha, allá por los años 60. Desde entonces, ellos son el referente en contramarcha y, las autoridades suecas y el VTI (Instituto Nacional Sueco para la Investigación en Carreteras y Transportes) están constantemente trabajando para mejorar la seguridad de los pequeños en el coche. Por eso, para ellos es habitual, desde hace ya muchos años, llevar a sus hijos de esta forma en el coche, a contramarcha al menos hasta los cuatro años.

Los accidentes de tráfico son la principal causa de mortalidad infantil en los países industrializados. En Suecia, con su Visión Zero, un plan gubernamental para la erradicación de las muertes por causa de los accidentes de tráfico, han conseguido que las muertes de niños en carretera sean prácticamente cero. Más información. 

Cuando empezamos a valorar la posibilidad de llevar a nuestro hijo a contramarcha nos surgen muchas dudas, porque es algo extraño para nosotros. Pensemos que los niños suecos viajan de esta forma desde hace varias generaciones. Nuestros hijos no son diferentes de los suecos. Somos nosotros, los adultos, los que tenemos que hacernos a la idea y convencernos de que es la opción más segura y que nuestros hijos van a ir confortables y a gusto. Para esto, lo mejor es informarnos de todo cuanto necesitemos.

Éstas son algunas de las dudas más frecuentes:

- Va incómodo con las piernas flexionadas: Para nada, tiene espacio suficiente para sus piernas. Además, los peques no tienen nigún problema por llevar las piernas flexionadas. Pensemos un poco en cómo se suelen sentar nuestros hijos, ¡lo raro es que se sienten como nosotros los adultos!

- Se va a marear: Si nuestro hijo no se marea en sentido de marcha no le va a pasar más por ir a contramarcha.

- Se va a aburrir: Los peques que van en sentido de marcha ven las ventanillas laterales y el parabrisas delantero de forma muy parcial, porque les interfieren los cabezales delanteros en su campo de visión. En cambio, a contramarcha pueden ver las ventanillas laterales y la ventanilla trasera de forma completa. Además, si llevan un acompañante a su lado, podrán mirarse frente a frente cómodamente.

- No me ve: A favor de marcha, los peques nos ven por detrás y nos miran a través del espejo retrovisor. Si van a contramarcha podemos colocarles un espejo adicional a través del cual nos verán también por el retrovisor. Enseguida saben encontrar nuestra mirada.

- No va a querer: Pudiera ser que nuestro hijo no quisiera viajar a contramarcha (no es lo habitual, sobretodo si ha ido siempre así). Pero probablemente tampoco les guste ir al médico, al cole o hacer otras cosas que nosotros sí queremos que hagan. Es una decisión que debemos tomar en función de nuestras prioridades, que en este caso es un tema de seguridad.

- Es más peligroso en un choque trasero: Los choques traseros suelen ser mucho menos violentos que los choques frontales: suelen ocurrir a velocidades más bajas y, al viajar los dos coches en el mismo sentido la fuerza resultante del impacto es menor. Además, las sillas a contramarcha llevan su respaldo orientado hacia el centro del coche, por lo que en un choque trasero nuestro hijo estaría más apartad@ de la zona del impacto que si fuera a favor de marcha.

No todas las sillas de seguridad infantil sirven para ir a contramarcha, tienen que estar fabricadas específicamente para ello. En España se comercializan varias marcas de sillas a contramarcha: Axkid, Klippan, Römer, Wob, Avionaut… Pueden tener ISOFIX o no, cualquiera de las dos opciones es segura, teniendo siempre en cuenta que el ISOFIX sólo puede utilizarse hasta los 18kg de peso. Llevan, además, una pata trasera de apoyo y, dependiendo de la talla de la silla, pueden tener a mayores, unas correas laterales para evitar el retroceso en caso de impacto.

Para elegir la mejor silla para nosotros deberemos informarnos de las opciones disponibles, buscar preferentemente una silla con el Plus Test y probar la silla en nuestro coche y con nuestro pequeño para comprobar que, efectivamente se nos ajusta bien.

Para demostrar que viajar a contramarcha es, efectivamente más seguro, existen numerosos estudios que avalan estos resultados. Uno de ellos es el «Mirando hacia atrás» de la Fundación Mapfre, que tuvo una gran repercusión en el momento en el que se publicó.

También tenemos las recomendaciones de la DGT, y de otros organismos que aparecen en el propio estudio de la Fundación Mapfre, como la SNRA (la antigua Swedish National Road Administration y ahora Swedish Transport Administration), el VTI (Instituto Nacional Sueco para la Investigación en Carreteras y Transportes), la AAP (American Academy of Pediatrics). Todos ellos coinciden en que llevar a nuestros hijos a contramarcha es la manera más segura de viajar en el coche el máximo tiempo posible, al menos hasta los 4 años.